EL CAPITALISMO DE PLATAFORMA: HACIA UNA ESPIRAL DE GANANCIAS

En muy poco tiempo, un pequeño grupo de grandes corporaciones dedicadas a la agregación de servicios y a la creación de comunidades, han escalado hasta las primeras posiciones de la élite empresarial. A diferencia de 2008 –año en que la mayoría de las grandes empresas eran energéticas y tan solo una era tecnológica, hoy, siete de las primeras grandes corporaciones mundiales son plataformas tecnológicas. EEUU es el país más beneficiado por este modelo, que además se retroalimenta, ya que emplea el análisis de datos –que se incrementan a cada día que pasa– para predecir preferencias de consumo, explotarlas y manipularlas con fines comerciales o, incluso, con la intención de controlar el comportamiento de los generadores de datos.

EL ÁRTICO: ESCENARIO GEOPOLÍTICO EMERGENTE

A pesar de ser un territorio de clima indómito (o precisamente por ello), el océano más pequeño de todos los existentes, el Ártico, ha ocupado un lugar secundario en las ansias de dominación de las grandes potencias internacionales. Sin embargo, esto esta cambiando rápidamente por efecto del cambio climático y del adelgazamiento del hielo polar, que se derrite más y por más tiempo, dejando al descubierto nuevas rutas y recursos naturales por explotar (se estima que la zona contiene entre el 16 y el 24% de las reservas no descubiertas de gas y petróleo). Diversos estados reclaman la soberanía de áreas árticas, si bien la más activa actualmente es RUSIA, que también tiene más a ganar en el corto plazo. También aumentan las voces que reclaman que Washington impulse su estrategia de seguridad ártica. En 2018, también Beijing presento una estrategia nacional para el Ártico, donde no tiene costa, pero si grandes intereses; una ruta ártica reduciría la duración y el coste con respecto a las rutas actualmente existentes.