Desde la llegada a territorio de la UE –a Francia– el 24 de enero de 2020, la pandemia ha tenido un impacto desigual en los 27 estados miembros. Los casos iniciales fueron detectados en Francia y Alemania, con un número de infectados relativamente bajo. Sin embargo, la alarma saltó la tercera semana de febrero, cuando se detectó un gran brote infeccioso en el norte de Italia, lo que provocó una rápida expansión del virus; el 13 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró a Europa como el nuevo epicentro de la pandemia global. A mediados de marzo el virus ya se había extendido por todo el continente, con Italia y España como los países más duramente golpeados.