Desde la masiva llegada de más de 1 millón de solicitantes de asilo a la UE en 2015 en el transcurso de la denominada crisis de los refugiados, las solicitudes de asilo han ido disminuyendo progresivamente hasta las 471.000 solicitudes de asilo recibidas en 2020. La caída más importante se ha producido precisamente en 2020, con un 33% menos de solicitudes respecto a 2019 (698.000). Según la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO), esta caída se debe principalmente a las restricciones de movilidad y no al hecho que haya menos personas necesitadas de protección internacional. Según los expertos, en esta caída también han influido las medidas más restrictivas adoptadas por la UE y sus estados miembros en colaboración con paises terceros, de origen y de transito, sobre todo en las rutas oriental y central del Mediterráneo.