En su dinámica de confluencia geográfica, China e India llevan a cabo la construcción de infraestructuras que aspiran a mejorar su acceso a las rutas comerciales marítimas y terrerstres que fluyen desde Europa, Oriente Medio y a través del Índico. Dos infraestructuras clave en este esfuerzo son el puerto pakistaní de Gwadar, que es el punto de destino final del Corredor Económico China-Pakistán, y que dá salida al mar a China a través de la provincia de Xinjiang, a través de Pakistán. La apuesta india es el puerto de Chabahar, en Irán, a menos de 600 millas náuticas de grandes puertos indios y que permite «bypassar» suelo pakistaní para acceder a Afganistán, las repúblicas de Asia Central y en último término y a través de Irán, alcanzar Europa.

Elaboración CIDOB.