Sergio Aguayo
Profesor de El Colegio de México
@sergioaguayo
Es difícil hacer balances sobre mi país, México, cuando estamos en medio del huracán causado por la emergencia sanitaria global de la covid-19. Las prioridades, los presupuestos y las relaciones sociales vivirán un reajuste monumental. Aun así, me atrevo a pronosticar que sobrevivirá el mayor logro del gobierno de Andrés Manuel López Obrador: el combate contra la gran corrupción político-empresarial.
Los sondeos de opinión confirman un cambio en la percepción social. Según una encuesta de Reforma del 1 de diciembre del 2019, la lucha contra la corrupción es el mayor logro del gobierno de la Cuarta Transformación. El Barómetro Global de la Corrupción de Transparencia Internacional coincide: en 2017, solo un 6% creía en la disminución de la corrupción; en el 2019, la cifra llega al 21%.
Uno de los pilares tras esta mejoría en la percepción pública es el trabajo de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Su titular, Santiago Nieto, dice haber recibido “una UIF inexistente y usada como botín político y económico”. En una conferencia impartida en El Colegio de México a finales de noviembre del 2019, sustentó con cifras la estrategia, logros y aspiraciones de la UIF.
La UIF tiene como principal objetivo atacar “a los verdaderos [causantes] del problema de la corrupción, particularmente ex secretarios de Estado”, armar investigaciones capaces de llevar a los presuntos culpables “ante los tribunales” y golpear “las estructuras financieras” de las bandas criminales.
En este contexto, un indicador está teniendo éxito: la cantidad de dinero bloqueado. En el 2018, la UIF de Enrique Peña Nieto inmovilizó un total de 4 millones de dólares; a finales del 2019 la UIF de López Obrador llevaba 282,5 millones dólares. En 10 meses ha bloqueado 69 veces más que en todo el 2018. El dato es espectacular, si se toma en cuenta que la UIF de Santiago Nieto solo tiene 150 empleados y un presupuesto de 9,3 millones de dólares.
Otra señal es el selecto grupo de celebridades mediáticas encarceladas o huyendo de la justicia. Entre ellas, están los asociados con el caso Odebrecht, en particular Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos detenido en España y que libra en estos momentos una batalla legal para evitar su extradición a México.
La lucha contra la corrupción políticoempresarial es la política que trascenderá la presidencia de AMLO
A Santiago Nieto se le critica su gusto por la atención mediática. Pienso diferente. Cuando se tiene un relato con resultados verificables, el funcionario hace bien en publicitarlo. Genera apoyo social, lanza señales a los corruptos de que en esta ocasión la cosa va en serio y demuestra que sí es posible combatir a la gran corrupción.
En suma, al escribir estas líneas a fines de marzo del 2020, el principal logro del gobierno de López Obrador es el combate a la alta corrupción político-empresarial. La pregunta inevitable es su sustentabilidad. He seguido durante décadas la carrera del ahora presidente y no tengo ninguna duda sobre su honestidad personal. Sin embargo, que perduren los avances en este tema en mucho dependen de que la sociedad haga también suya la campaña contra la corrupción.
Edna Jaime, directora de México Evalúa, un think tank privado que da seguimiento a esos temas se lamentaba hace poco sobre el Sistema Nacional Anticorrupción: se “encuentra en un limbo… lejos de ser el factótum contra la corrupción”. El presidente lo “desestima” confiado en sus propias fuerzas.
En el trasfondo está una de las carencias en la personalidad del presidente. López Obrador desdeña a todos los organismos de la sociedad civil; incluidos los especializados en el combate a la corrupción. Es lamentable que trate como adversarios a Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, México Evalúa y Fundar, cuando deberían ser sus aliados en esta cruzada.
La corrupción ha sido un lastre permanente sobre la vida mexicana y sería mezquino negar el reconocimiento a las batallas contra la gran corrupción político-empresarial lanzadas por el gobierno presidido por Andrés Manuel López Obrador. Son pasos en la dirección correcta y tal y como van las cosas es la política que trascenderá sus seis años como presidente.