Elena Sánchez-Montijano
Investigadora, CIDOB
Miles de jóvenes en la región árabe quieren emigrar. Si bien son pocos los que lo han hecho, lo cierto es que son muchos los que expresan explícitamente su deseo de hacerlo. Según datos extraídos del proyecto europeo SAHWA, liderado por CIDOB, que analiza la situación de los jóvenes en cinco países árabes del Mediterráneo (Argelia, Egipto, Líbano, Marruecos y Túnez) solo entre el 1 y el 5% de los jóvenes que viven en la región han emprendido algún proceso emigratorio. Sin embargo, aproximadamente entre el 15% (para el caso de Marruecos) y el 53% (en el de Túnez), quieren emigrar a un tercer país.
Buena parte de los jóvenes en el mundo árabe están considerando la emigración como una salida posible y viable ante la falta de perspectivas de futuro. La frustración que los jóvenes sienten en sus países de origen les empuja a embarcarse en experiencias migratorias que ellos mismos reconocen como inciertas e incluso peligrosas (a través de la emigración irregular). Pero es que para muchos de ellos salir de sus países, de la forma que sea, es la única vía posible para aspirar a un desarrollo personal. La emigración se convierte en una elección obligatoria, y así lo expresan los propios jóvenes.
Para muchos jóvenes de los países árabes salir de sus países es la única vía posible para aspirar a un desarrollo personal
La emigración, como muestran los datos recogidos, lejos de tratarse de una respuesta a la situación de inestabilidad política o de falta de democracia, es la situación económica de estos países lo que lleva a sus protagonistas a buscar un futuro mejor. Países como Francia o Alemania son los principales destinos a los que miles de jóvenes aspiran a llegar. Así, cuando se les pregunta cuáles son los principales motivos para querer emigrar, la gran mayoría de ellos afirman que es la falta de oportunidades profesionales, así como la pobreza generalizada y los bajos niveles salariales.
A este respecto, cabe destacar que, en concreto, la situación de empleo (o falta de este) no es determinante en el deseo de emigrar de los jóvenes. Es decir, tanto los jóvenes empleados como los desempleados aspiran de igual forma a salir del país, lo que indica un claro descontento con la situación laboral existente. Por otro lado, en cuanto a los niveles educativos de estos jóvenes, existe una alta representatividad de aquellos con estudios superiores (grado universitario). Destaca el caso de Túnez, donde el 60% de jóvenes con un alto perfil educativo desean emigrar. Es importante recordar que, en la región con mayor paro del mundo entre los jóvenes, en torno al 30%, –la media global en 2014 fue del 13% según ILO en 2014–, el paro afecta en especial a los grupos altamente cualificados.
Conocer las causas que llevan a miles de personas a desear emigrar, o a hacerlo establecerse definitivamente en el lugar de acogida, se ha convertido en uno de los principales objetivos de todo tipo de actores que buscan poner freno a estos movimientos migratorios, forzados en su mayoría. Pues bien, los jóvenes en países árabes reclaman aliviar la situación de frustración en la que encuentran por un mercado de trabajo y una situación laboral que no cubre ni sus necesidades, ni expectativas, ni intereses.