Kenneth Jost
Periodista experto en temas jurídicos en Washington DC Blog: http://www.jostonjustice.com/
El presidente Trump ha dejado una huella duradera en el sistema judicial estadounidense, consolidando una mayoría conservadora en el Tribunal Supremo, y obteniendo, a medio camino de su mandato, la confirmación de un número récord de jueces federales.
Con dos nombramientos en el Tribunal Supremo (de nueve miembros), Trump preservó y fortaleció la mayoría conservadora de cinco jueces que probablemente perdurará una década o más. Por su parte, el Senado, controlado por los republicanos, ha acatado la voluntad de Trump y ha confirmado hasta marzo del 2019 a 90 candidatos a judicaturas federales vitalicias, más judicaturas por año que las propuestas nunca por ningún otro presidente norteamericano.
Trump ha dejado huella en el sistema judicial de EEUU, consolidando una mayoría conservadora en el Tribunal Supremo
Las dos personas designadas por Trump en el Tribunal Supremo, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, obtuvieron la confirmación para ocupar sus escaños vitalicios en abril del 2017 y septiembre del 2018 respectivamente, por un margen de votos muy estrecho.
Gorsuch fue confirmado por 54 votos contra 45 para ocupar el puesto que estuvo vacante durante más de un año tras la muerte del célebre juez conservador Antonin Scalia. Kavanaugh ocupó el puesto dejado vacante por la jubilación del juez conservador moderado Anthony M. Kennedy, por 52 votos contra 48 en el Senado.
Gorsuch aportó un voto crítico en la decisión tomada en junio del 2018 y aprobada por 5 votos a 4 para confirmar el polémico decreto ejecutivo de Trump de limitar los visados a los viajeros procedentes de siete países de mayoría musulmana. Y, con el mandato del 2018 del tribunal todavía en curso, Gorsuch y Kavanaugh aportaron sus votos críticos en la decisión aprobada en marzo del 2019 por 5 votos a 4 de mantener la política, que databa de la Administración Obama, de negar la libertad bajo fianza a los extranjeros durante los procedimientos de deportación basados en condenas penales previas.
También está en espera de fallo la petición de impugnación de la decisión de uno de los miembros del gabinete de Trump de añadir una pregunta acerca de la ciudadanía estadounidense en el censo decenal programado para ser iniciado en el 2020. Los grupos de defensa de los derechos de la inmigración sostenían que dicha medida violaría el mandato constitucional de elaborar un “empadronamiento real” de la población y tendría como resultado un recuento a la baja de hispanos y de otras minorías étnicas. Por otra parte, el líder del grupo republicano del Senado, Mitch McConnell, respaldó el intento de Trump de complacer a los grupos conservadores y a su base política nombrando jueces alejados del criterio usado en su día por Barack Obama, quien había nombrado para los tribunales federales a un número récord de jueces pertenecientes a minorías raciales o étnicas; más del 90% de los designados por Trump son blancos. Un 40% de los jueces de Obama fueron mujeres; en el caso de Trump, han sido menos de la cuarta parte.
A finales de marzo del 2019 Trump había nombrado a 37 jueces para los tribunales federales de apelación un nivel por debajo del Tribunal Supremo, y a 53 jueces de primera instancia en tribunales de distrito. Los jueces de apelación ocupaban más de la quinta parte de los 179 puestos de estos 13 tribunales de circuito o itinerantes.
Más de la tercera parte de los de-signados por Trump en tribunales de circuito sustituían a designados demócratas. No solo eso; los jueces de Trump que sustituyeron a los designados republicanos eran más jóvenes y más uniformemente conservadores que los jueces reemplazados. El grupo liberal PFAW (People for the American Way) recopiló una larga lista de las resoluciones y dictámenes de los jueces de Trump contrarios a los intereses de los querellantes cuando estos litigaban a favor de los derechos civiles, de los trabajadores y de los consumidores.
Los demócratas libraron duras batallas contra muchos de los candidatos de Trump, acumulando más de 2.000 votos contra los 90 designados, según el recuento realizado por la conservadora Heritage Foundation. Con una mayoría de 52 votos, los senadores republicanos resistieron las peticiones de los grupos progresistas para que rompiesen con Trump.
Trump se mostró confiado en la continuidad de su éxito cuando, en noviembre del 2018, los republicanos aumentaron su mayoría a 53 escaños tras las elecciones de midterm. Además, McConnell impulsó un cambio normativo en abril de 2019 para reducir el tiempo de los debates desde 30 horas a 2 horas después de un voto preliminar para cerrar el debate sobre los nombramientos judiciales.