UNA VISIÓN RUSA DEL MUNDO

Desde la llegada de Vladimir Putin al Kremlin, el nacionalismo nostálgico ruso se ha unido a las ansias de mantener un rol preeminente del país como potencia internacional. En el actual contexto geopolítico, Rusia ha puesto en juego dos grandes bazas a su alcance: el arsenal militar y la exportación de recursos básicos, como la…

FRANCIA: GANANDO MAR A LA TIERRA

En virtud de las recomendaciones de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC), establecida en el marco de la Ley del Mar (UNCLOS), Francia ha planteado desde 2007 diversas solicitudes ante la Comisión sobre los Límites de la Plataforma Continental (en inglés, CLCS) que como resultado, han reconocido su soberanía sobre 730.323 km2…

EL ÁRTICO: ESCENARIO GEOPOLÍTICO EMERGENTE

A pesar de ser un territorio de clima indómito (o precisamente por ello), el océano más pequeño de todos los existentes, el Ártico, ha ocupado un lugar secundario en las ansias de dominación de las grandes potencias internacionales. Sin embargo, esto esta cambiando rápidamente por efecto del cambio climático y del adelgazamiento del hielo polar, que se derrite más y por más tiempo, dejando al descubierto nuevas rutas y recursos naturales por explotar (se estima que la zona contiene entre el 16 y el 24% de las reservas no descubiertas de gas y petróleo). Diversos estados reclaman la soberanía de áreas árticas, si bien la más activa actualmente es RUSIA, que también tiene más a ganar en el corto plazo. También aumentan las voces que reclaman que Washington impulse su estrategia de seguridad ártica. En 2018, también Beijing presento una estrategia nacional para el Ártico, donde no tiene costa, pero si grandes intereses; una ruta ártica reduciría la duración y el coste con respecto a las rutas actualmente existentes.

LA GEOPOLÍTICA EN AGUAS REVUELTAS: DISPUTAS MARÍTIMAS Y ENERGÍA

Como todas las fronteras, los límites bajo control estatal son, también en el mar, construcciones mentales basadas en el acuerdo –o la imposición– entre las partes implicadas. Más aún que en tierra firme, los límites en el mar son imprecisos y a menudo, pueden ser fuente de discordia. A partir del s. xx y en particular a partir de la aprobación de las Convenciones de Ginebra sobre la Ley del Mar de 1958 y particularmente con la posterior UNCLOS, de 1982, los estados han intentado ordenar el régimen de control del espacio marino. Sin embargo, transformaciones como la evolución de las rutas del comercio global y de las tecnologías de prospección y extracción de energía han generado nuevos incentivos para los estados para proyectar su influencia sobre el océano (la economía azul). Como en todo acuerdo, la confianza entre las partes es determinante para alcanzar acuerdos, por lo que la emergencia de nuevas potencias interesadas en alterar el statu quo traslada incertidumbres al mar, reactivando o agudizando conflictos que, en algunos casos, llevan décadas –si no siglos– enquistados. La energía, por ejemplo, es en este contexto una oportunidad para la concertación (en caso de acuerdo) o para el conflicto (en caso de desavenencia).